Casas Jíbaras: Anotaciones sobre Arquitectura y Tradición en Puerto Rico
Zusammenfassung
De 1943 a 1958, Puerto Rico operó una rápida transformación socio-económica que, dentro de los parámetros políticos de su entonces asociación con los Estados Unidos obligó a múltiples transacciones. Entre ellas, la negociación de los imaginarios culturales en un país que enfilaba su modernización mediante el abandono de la agricultura como motor económico y escenario social y, con ella, la liquidación de ciertos valores y costumbres que se asociaron a lo primitivo o premoderno. Ante tan antagónico y potencialmente destructivo panorama, la identidad nacional aparece como un instrumento de salvamento donde un sistema de representación simbólico y narrativo rescatable formaliza la idea de (una supuesta) estabilidad y continuidad. Eric Hobsbawn bautizó el fetichizar ciertos símbolos extraídos repetidamente del pasado con el propósito de balancear las peligrosas dinámicas que prescriben la desaparición, durante esos procesos de cambio fulminante, como tradiciones inventadas. Por su parte, Benedict Anderson define la nación como una “comunidad política imaginada” y Néstor García Canclini establece en el discurso populista la fuente para el esbozo de lo popular como lo tradicional o lo local desde imágenes y narrativas extraídas de los saberes campesinos, pero que se construyen por las élites políticas e intelectuales. El ensayo considera la casa rural y su invención como signo identitario, referente cultural e imagen de lo local en Puerto Rico dentro del recorrido (incompleto) hacia la modernidad. Propone a su vez, un vistazo alternativo al análisis lo local dentro del discurso de la arquitectura moderna, no tan aferrado a consideraciones climáticas o territoriales.