Pasajes anacrónicos: memorias del ancón en Puerto Rico (siglo XIX)
Abstract
Durante el siglo XIX, se formalizó una alternativa para salvar obstáculos en los cruces de los ríos. Con el tiempo, se designa con el nombre de ancón a una barcaza de fondo chato sin propulsión propia que utiliza una cuerda para cruzar cuerpos acuíferos de un lado a otro. Esta embarcación viabilizó nuevos métodos de comunicación entre fronteras y emprendió un papel fundamental como agente catalítico para el desarrollo urbano. Al observar los ríos más importantes y de mayor caudal en Puerto Rico, se percibe una relación entre sus pasajes. Esta nueva red de comunicación permitió plasmar la importancia de estos pasajes al vincularlos con los demás sectores. El sistema vial se divide en cuatro clasificaciones: el ancón de transporte, el ancón agrario, el ancón de obra y el ancón de transición. Luego, por razones de mantenimiento y rendimiento, se consideró fijar el pasaje del momento con un puente: el anacrónico ancón sería sustituido por un nuevo enlace. Lo mismo sucedió con los ancones de Martín Peña, Dorado, Loíza y otros. Estos ancones están atados a un denominador común: el puente que remplazó al ancón aún está en uso. Dicho puente hace referencia a la importancia que tenía ese pasaje que se selló con las innovaciones constructivas modernas. Para fomentar la memoria colectiva y el pensamiento crítico del usuario, se propone el diseño de una exhibición móvil como conclusión a esta investigación. La exhibición tendrá como objetivo informar al usuario sobre la existencia de este vehículo previo al puente.